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Sin embargo, el colegio iba creciendo en número de estudiantes, en 1970 se tuvieron casi 600, y
las preferencias de los padres de familia muchos de ellos profesionales, funcionarios públicos,
empresarios etc. se hacía notar en la demanda anual de matrículas.
(Foto izquierda Auditorio del local La Merced 411 - Foto derecha: Promoción 1970 con Miss Payne y el Director Mr.
Smith)
No obstante en esos años se produjo muchos cambios estructurales en el país, debido a la política
de gobierno, entre ellos la Ley de Reforma de la Educación, que igualaba los sueldos de los
docentes de colegios privados y públicos, los constantes cambios de estándares educativos y la
política de no tener personal extranjero, entre otros. Fueron tiempos turbulentos para la dirección
de Colegio.
En 1973 ante injustas presiones externas sobre el pago de derechos por la educación particular,
el director Dennis Smith escribió:
“El suscrito ha sido conmovido más de una vez por las airadas pero hermosas líneas: ´¿Siempre
se ha de sentir lo que se dice? ¿Nunca se ha de decir lo que se siente?´ Para él, si bien inglés de
nacimiento siempre amigo y siervo del Perú, ha llegado el momento de decirlo, en espera de que
la sencillez del argumento, la sinceridad de la convicción y la incontrovertible evidencia histórica,
inspiren a otros, tanto a Autoridades como al público arequipeño en general, a levantar su voz y
a izar una bandera de defensa de la auténtica educación particular, que se encuentra hoy ante
tan magna ingratitud” (Tomado de una carta escrita por Mr. Dennis Smith al Director de
Educación).
Sin embargo, su constante trabajo eficiente y oración indesmayable hicieron que el director, las
misioneras y el personal permanecieran firmes en esa misión y tiempo que el Señor les había
encomendado.
Al mismo tiempo, Miss Phyllis comenta que la vida en el Colegio no siempre era color de rosa:
“En el Colegio, las presiones se han ido acumulando durante varios años, hemos tratado de hacer
frente a la tarea, en locales inadecuados desesperadamente, luchando por mantener nuestros
estándares de disciplina a pesar de la falta de espacio para la salida legítima de las energías
juveniles, con dos diferentes horarios de funcionamiento al mismo tiempo, con el patio más bien
pequeño que sirve para la educación física y los juegos, rodeado de las aulas, y con estrechas
escaleras de madera que todo el mundo utiliza, que actúan como caja de resonancia, trabajamos

